Ética y antropología: los casos de Descartes y Spinoza

Autores/as

  • Ezra Heymann Universidad Central de Venezuela (UCV)

Resumen

HISTORIA DE LA FILOSOFÍA

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El Tratado de las pasiones del alma presenta las relaciones entre cuerpo y alma de una manera que el Discurso y las Meditaciones no permiten prever. El cuerpo por sí solo percibe los objetos de su entorno y actúa en relación con ellos, prestándoles mejor o menor atención y tratando de acercarse y unirse o separarse y alejarse de ellos. Lo propio del alma sigue siendo el pensamiento; pero ahora se vislumbra la posibilidad de una homología entre el pensamiento y el comportamiento corporal ya que este corresponde a una evaluación implícita de los objetos como provechosos o dañinos. La primera inclinación del alma será la de pensar conforme al comportamiento corporal que se insinúa independientemente. Esta inclinación recibe el nombre de «pasión del alma». La moderación de las pasiones, que es condición de su goce benéfico, no se logra por un juicio del alma totalmente independiente de las respuestas corporales, de tal manera que tuviésemos en el alma una pugna entre el juicio inspirado por la reacción corporal y otro juicio de origen puramente mental. Descartes no describe un entrenamiento de este tipo. La fuerza moderadora es la generosidad, que consiste en no estimar ninguna cosa por encima de la voluntad de actuar de acuerdo con nuestro mejor juicio. Se trata de la virtud fundamental que es también una pasión, ya que, como en todas las formas del autoaprecio, ella se manifiesta en reacciones corporales que representan su vez en el alma. Igual que en su epistemología (VI Med.) nos vinculamos con el mundo a través de nuestro cuerpo, y la razón no sólo encuentra este vínculo como un dato, sino que también lo aprueba. Spinoza retoma la idea de una moderación de las pasiones por los afectos activos: la animositas, el sentimiento de ser capaz de perseverar en la forma propia del existir, y la generositas, el sentimiento de que el bien propio es inseparable del de los demás.

Abstract

Descartes’s Traité des passions de l’âme outlines the body-mind relations in a manner wich could not have been predicted out of the Discours or the Méditations. The human body persceines ley itself the objects of his environment with different degrees of concern, trying to approach and becoming attached to them., or to keep them at a distance. The praper business of the soul is still thinking. But jiow it is possible to face a homology between thought and physical behavior, insofar the latter responds to an appreciation of the objects as beneficial or harmful. The first impulse of the soul is to think in agreement with the physical behavior, which is independently initiated. This impulse is called «passion de l’âme». The passions enliven the mind when they are moderate. This moderation is not achieved ley a struggle in which a wholy independent judgement of the soul opposes them. The moderation is due rather to the atlitude of generosity, in wich we donal appretiate anything higher than our decision to act according to our best judgment. Generosity is this a fundamental virtue and at the same time a passion, because as in all forms of self-esteem. Wecam observe a change in the bodily demeanor, wich has also its effects in the soul. As in his epistemology (VI Med) in Descartes practical philosophy it is through our body that we are conneted to the world, and our reason approves of this worldly attachment. Spinoza talkes up the idea of the moderation of the moderation of the passions ley active affects: ley animositas, the sentiment of being able to persevere in our own form of existence, and generositas, the sentiment which conrects the good for us with the good for others.

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Biografía del autor/a

Ezra Heymann, Universidad Central de Venezuela (UCV)

Escuela de Filosofía. Universidad Central de Venezuela.

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