Fundamentos políticos de la integración económica

Abstract

La Integración Económica ha sido considerada como una categoría de las relaciones internacionales en general, y de las relaciones económicas internacionales en particular; sin embargo, como la misma genera un nuevo enfoque en las relaciones de poder de los Estados-Nación donde los vínculos que los une a lo largo del proceso integrativo no son los mismos que los caracterizan, oponiendo su soberanía, en las relaciones intergubernamentales, es necesario aceptar que la integración va mas allá de lo económico. Sin dejar de ser un acontecimiento enmarcado en la ciencia de Smith, Ricardo, Keynes, entre otros, la Integración Económica es un fenómeno político de nuestros tiempos. El propósito de este trabajo es tratar de demostrar el peso específico de las teorías políticas vinculadas a las relaciones internacionales y enfatizar en el papel de las bases político-jurídicas; para ello fue necesario analizar, referencialmente, las etapas del proceso donde, ab-initio, se requiere de la voluntad política, agrupar las ocho etapas conocidas en tres fases para poder apreciar el énfasis político, sobre todo en las etapas y fases superiores como la Unión Económica, la Unión Monetaria y el Federalismo Económico. La Integración tiene motivaciones y persigue objetivos económicos y políticos, para lo cual es necesario tener claro los conceptos de soberanía, supranacionalidad, subsidiariedad y democracia, lo cual obliga a revisar tales conceptos y sobre todo el de soberanía, en el marco de la crisis recurrente que ha venida padeciendo el Estado-Nación y donde siempre asoma la Integración como el principal antídoto, habido cuenta de la existencia hoy día, en tiempos de transición, de problemas cuya solución escapa de la dimensión institucional del Estado tradicional. Frente a la paradoja de que este ha resultado demasiado pequeño ante los grandes problemas contemporáneos, también resulta macrocefálico cuando se trata de resolver el problema centrado en el reforzamiento de las autonomías locales. La Integración Económica luce con la distención de dos presiones o hechos políticos por excelencia: hacia arriba la tendencia hacia la supranacionalidad que impone la revisión del concepto de soberanía, y hacia abajo la tendencia hacia la liberalización de los poderes locales. Queda clara que la Integración Económica solo es posible en un espacio político democrático, con la vigencia de la democracia plena en los Estados miembros, de allí la asociación amplia de lo económico y la política una vez más.