UNA ESTRATEGIA DE CAPACITACIÓN PARA CONTRIBUIR AL DESARROLLO ALTERNATIVO DE LOS PAISES ANDINOS

Abstract

Los cultivos ilícitos en Perú, Bolivia y Colombia constituyen un hecho de gran magnitud, que ejercen un impacto importante en la vida de esos países y que tiene un efecto de gran trascendencia en el tráfico y consumo de drogas en el Mundo, tal como se indica en el Anexo I. La naturaleza de este fenómeno es compleja y presenta diversos componentes, interacciones en una dinámica cuyo desarrollo ha sido creciente y en el cual se destacan aspectos vinculados históricamente a la cultura y tradición indígena de la población andina que ha convivido por muchos años con el cultivo con fines medicinales, rituales y de diversos usos, a lo cual hay que agregar ahora la circunstancia de que existen densos núcleos de población económicamente activa dedicados en forma directa e indirectamente a las diversas labores requeridas para su producción, procesamiento y transporte hacia los grandes consumidores. La extraordinaria ganancia que esta actividad lícita genera ha convertido este asunto en un verdadero problema de interés nacional e internacional que se debe enfrentar mediante una estrategia eficaz que garantice sostenibilidad a los alcances logrados. Los países andinos, y particularmente los más involucrados en esta situación, presentan un medio rural y un desarrollo agrícola con variadas realidades, potencialidades y escenarios donde destaca la pobreza de la población, un alto grado de atraso en las condiciones, infraestructura y los servicios que contribuyen a su bienestar, dificultades para adaptarse a los nuevos escenarios de globalización y competitividad con sus rubros tradicionales y en general una tendencia creciente a concentrar inversiones en las grandes áreas urbanas, todo lo cual genera una situación también de creciente marginalidad en el campo, en relación con todos aquellas condiciones que caracterizan el bienestar de la vida moderna, todo lo cual se destaca en el Anexo II. El tratamiento que hasta ahora se ha adoptado para enfrentar este grave problema, si bien ha permitido obtener un mayor conocimiento de las dimensiones del mismo y reconocer los obstáculos para su erradicación, no ha podido lograr efectos de suficiente impacto. En algunos casos, el carácter regresivo de muchos de los programas adoptados debido a su difícil sostenibilidad y altos costos, lo cual hay que agregar el permanente estímulo que los cultivos ilícitos reciben a través de los agentes de un negocio mil millonario que no tiene límites para recurrir a todos los medios que la exagerada rentabilidad de estas actividades pone en manos de quienes las manejan y cuyo tratamiento ha sido fundamentalmente represivo por parte de los gobiernos y requiere de un enfoque más amplio, para obtener los resultados positivos que cabría esperar. Al respecto, ver el Anexo III.