El Taller de Arquitectura del Banco Obrero en Venezuela (TABO)

Abstract

Trata sobre la experiencia desarrollada por el Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO) bajo la Junta Militar de Gobierno (1950-1952) y la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1952-1958). Desde la Historia de la Arquitectura se estudia esa dependencia técnica inserta en la estructura del Banco Obrero (BO), ente encargado de atender el problema de vivienda en Venezuela. El objetivo general fue analizar críticamente la experiencia de vivienda dirigida desde el TABO y ejecutada por el Estado venezolano entre 1951-1958. Se asumió un enfoque historiográfico integral que tomó elementos de las visiones biográfica, contextualista y formalista de la arquitectura. Se planteó analizar y evaluar características y elementos constituyentes de la obra arquitectónica, condiciones históricas cuando se produjo y rasgos profesionales de los arquitectos participantes. Entre las conclusiones de esta investigación se halló que en la Venezuela de mediados del siglo XX, las acciones oficiales para proveer viviendas a sectores de menores recursos no se realizaron por presiones sociales, solicitud o exigencia de la sociedad civil, sino que el gobierno al asumir el rol de “guía ilustrado”, diagnosticó el problema y se empeñó en su resolución, para lo cual requirió el concurso de una institución como el BO y el Taller de Arquitectura, creado en mayo de 1951. El TABO fue una oficina establecida con fines determinados y desde sus inicios fue dirigida por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. La denominación TABO fue estrictamente pertinente sólo de 1951 a 1953, luego pasó a ser Sala de Arquitectura de la Sección de Proyectos de la División Técnica (1953-1955), más tarde Departamento de Planificación Básica (1955-1956) y terminó como Departamento de Planificación (1956-1958). Sin embargo, los cambios de nombre no modificaron la jefatura de Villanueva, ni las funciones a cumplir: proponer planes habitacionales, proyectar urbanizaciones y viviendas. Ya fuera guiada por modificaciones en la política habitacional del gobierno, ya fueran las diferentes visiones expresadas por los arquitectos del Taller en sus proyectos, donde se encontraban elementos tradicionales y contemporáneos, rechazo al caos de la gran ciudad y deseos de reconciliación con el entorno natural, la experiencia del TABO se basó en la pretensión de resolver el problema de la vivienda mediante el solo concurso de lo arquitectónico con el apoyo gubernamental, sin considerar los otros factores que confluían en la cuestión, alimentando con ello la utopía de resolución del déficit habitacional en la Venezuela de mediados del siglo XX.